"No quiero que mi teatro sea banal"

Entrevista para "La Voz Joven."

"Rats, casi un musical"

Ganadora del Florencio Sanchez al mejor musical, 2014.

"El Mate", en el Teatro La Comedia

Obra nominada en los ACE y ganador de un ATINA. La música fue compuesta por Carlos Gianni.

"Azulejos Amarillos"

De Ricardo Dubatti, dirigida por Sebastián Kirszner en el 2013.

Sebastián es director artístico de "(La Pausa) Teatral"

Realiza talleres de montaje y talleres de actuación.

martes, 28 de mayo de 2013

Clarín, suplemento de viajes: "Travesía de alta montaña, pero ... ¡en Venecia!"

Una caminata con obstáculos hasta la estación de trenes, un día de paro de vaporettos. Por Sebastián Kirszner. 

 
El verano pasado fuimos a Venecia con mi pareja. Hermosa, sin dudas, pero no tan romántica como nos la habían pintado, ya que el sindicato de “vaporettos” (colectivos acuáticos) había decretado un paro general. Y resulta que si estás parando en un hotel que queda en la otra punta de la estación de trenes y anuncian un paro de vaporettos, estás al horno el día de la partida. Y justamente eso fue lo que nos pasó. El conserje del hotel nos aconsejaba quedarnos, pero no queríamos perder el boleto sin tomar el riesgo, así que decidimos emprender la travesía. Mientras el sol caía y la temperatura bajaba, tomé mi mapa (en Venecia, sin mapa también estás al horno) y comenzamos a recorrer el laberinto de sus callejuelas en medio de la noche, sorteando puentes con escaleras cada... ¡50 metros! Y eso era lo más difícil, porque olvidé mencionar un “pequeño detalle”: llevábamos algunas valijas extra, producto de los grandes descuentos de ropa que encontramos en esa época del año. Ante los primeros puentes, inhalábamos profundo y pasábamos sin problemas; luego, ya después del número 30, aguardábamos al pie del puente a que algún italiano forzudo se compadeciera y nos ayudara a sortear el desafío. Cada tanto frenábamos y repasábamos el mapa, ya que perdernos en ese momento habría eliminado por completo el poco romanticismo que le quedaba a la ciudad. Y esos lugares que el día anterior nos habían parecido bellísimos, entonces no fueron más que postas de una especie de travesía de alta montaña. Pero con final feliz: llegamos a la estación y el tren partió en horario.