martes, 7 de agosto de 2012

ABC Cultural


Una obra que entre situaciones desopilantes y momentos de tensión muestra problemas de la vida real.

La comedia y el drama se fusionan en “El Casting”, una obra dirigida por Sebastián Kirszner y protagonizada por Luciano Cazaux, Alejandra Marina Alvarez y Gamal Hamed, que se presenta todos los viernes y sábados a las 21 hs en el Teatro El Fino Espacio Escénico.

Se trata de una obra que, entre parodias, situaciones desopilantes pero también con momentos en donde los problemas humanos se tornan el centro de la atención, expone la realidad del mundo actoral, muy competitivo e inestable, al que solo pueden llegar unos pocos. Aunque si lo analizamos bien, en este mundo actoral que nos muestran en El Casting, se pueden reflejar muchos otros “mundos” de la sociedad.

La muy buena actuación de Luciano Cazaux queda reflejada en el personaje de José María Villate, un actor que rondando los 50 años, no ha logrado éxitos profesionales en su vida. No más que una escena de solo segundos en una película, pero que incluso debieron cortarla en la edición del film. Este actor se presenta en la entrada de la mansión de Ricardo Rosenburf (este personaje nunca aparece pues supuestamente siempre está ocupado), un gran productor de la calle Corrientes con quien José María, décadas atrás, habían sido compañeros en una pequeña obra.

Eran los comienzos de ambos. Los años los llevaron por sendas diferentes. Si bien compartían el amor por el teatro, hoy uno de ellos va a buscar trabajo, a hacer un casting ante una cámara de seguridad,  a presentar un libreto; hará lo que sea con tal de conseguir un papel, hasta humillarse… el otro es un productor de carrera, con grandes éxitos, mucho dinero, aunque su presencia es un tanto incierta detrás de esa cámara de seguridad.

En medio de este casting aparecerá Julia (Alejandra Marina Álvarez), que según ella misma dice, es una secretaria que desea ser actriz así que decide realizar también ella el casting. Con momentos de mucho humor que surgen de situaciones como la competencia entre ambos por obtener el papel o la lectura del guión que José María lleva para presentarle a Rosenburf (a esto se suma un jardinero -Gamal Hamed- que está dando vueltas en un costado con melodías musicales), también aparecerán escenas de angustia en donde el actor que no llegó expone sus problemas por falta de trabajo, con deudas, una hija a la que debe mantener y el desasosiego de nunca ser elegido.

¿Será esta la oportunidad de José María? Una interesante obra del teatro independiente que se basa pura y exclusivamente en la actuación y que entre risas y llantos nos muestra la lucha detrás del escenario.

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