martes, 7 de agosto de 2012

Eduardo Jorge Gil Michelena


Con una micropoética inscripta en el drama moderno disolutorio, "El casting"
está trabajado a partir de tres apoyos que fundamentan con soltura la obra: El texto,
la labor actoral y la puesta escenográfica que contribuye a generar un acontecimiento
teatral en donde el espectador es constantemente interpelado.

Una obra inteligente que juega con soltura con una intertextualidad implícita
y nos remite a otras obras de la dramaturgia reciente: La reja con la inscripción "RR"
evoca la reja que aparece en "Citizen Kane" asimismo el trineo del C.F.Kane (cuya
marca es Rosebud) similar al apellido del antiguo compañero de José María,
Rosenburf.

Ricardo Rosenburf, es un personaje que no aparece pero que se lo interpela
constantemente nos remite al Godot de Beckett (“Esperando a Godot”) y al Conde
de Dos Mares ("Mirando pasar los trenes" de Daniel Dimeco). Su figura se constituye
como de personaje esperado, en cual se depositan las esperanzas del protagonista.
Rosenburf en la obra es un personaje sublime que toma presencia sólo en la mente
del espectador.

Un acierto escenográfico es el emplazamiento de una reja en la cuarta pared
que cumple el doble juego de limitar espacio escénico-espacio espectatorial mientras

que sirve de nexo y puente entre estos dos espacios. José María mantiene la mirada
casi durante toda la obra hacia el público, lugar en donde imagina ser observado por
Ricardo Rosenburf, el espectador entonces se convierte en ese personaje que en
silencio ausculta y evalúa al casteado (todos somos Ricardo).

La labor actoral es un punto fuerte en la obra, un acierto de la dirección, con
labores parejas de los tres actores, la obra se resuelve con soltura gracias al trabajo
actoral bien ejercido produciendo de este modo un acontecimiento teatral meritorio.

El texto dramático está concebido de forma tal para que la obra vaya
evolucionando desde una tímida comedia hasta una conclusión trágica así la carga
dramática va creciendo poco a poco a lo largo de la obra.

Por todo ello "El casting" es una inteligente, bien escrita, dirigida y actuada.
Una obra dinámica, e interesante que merece ser vista.

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