martes, 26 de febrero de 2013

"Memorias póstumas"


Memorias póstumas:

 La muerte de Eva Blanch (Alejandra Marina Álvarez) sorprende a sus allegados, aunque más especialmente a ella misma. Directora de teatro under, verborrágica y sin pelos en la lengua, esta singular mujer se encuentra en la O.D.O. (Organización Disfuncional Orgánica), ocupando el mediocre puesto de coordinadora. Allí ella debe recibir a los muertos recién llegados y ubicarlos en sus respectivas tumbas. Junto a Eva está el parlante (Camila Inclan), quien, asida a un megáfono, transmite los comunicados de la institución. Clara (Belén Lopez Marco) visita la lápida de Eva, sin comprender aún la muerte de quien la ha abastecido tanto de un goce artístico como de uno pasional. Asimismo, una actriz de la “tele”, Camila (Victoria Arrabaça), arriba a ese peculiar establecimiento, donde traba amores con Eva, engendrando juntas una obra de arte única.

Atractiva pieza de Sebastián Kirzsner, Las memorias de Blanch, examina la relación entre el teatro y la muerte, preguntándose acerca de la posibilidad de crear un lenguaje ultraterreno. En efecto, Eva Blanch desea participar de un concurso de dramaturgia post-mortem y así lograr el reconocimiento que en vida no ha sucedido. Eva no sólo es una autora difunta (ella es Eva Blanch, una directora que ha fallecido), sino también una difunta autora, es decir, una persona cuya muerte opera como condición de posibilidad para el nacimiento de una artista. De este modo, la muerte engendra vida, pero un tipo de existencia que se sostiene a partir de un agente externo. Tal es así que la misma Blanch nos interpela a nosotros, espectadores de su deceso y -a su vez- nacimiento, con la cláusula anti-cartesiana “si no me miran, yo no existo”. Precisamente, he aquí el último elemento necesario para que el arte surja y se haga carne: el otro.

Con diálogos hilarantes, dotados de acidez y humor post-mortem, la obra cuenta también con notables interpretaciones de estas cuatro mujeres, así como de una puesta en escena que se funda en lo polifuncional, donde los elementos se disfrazan y nada es lo que parece.

Fuente: http://www.espectaculosdeaca.com.ar/

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