Muy buena…tres personajes la voz en off y el público que está puesto en el lugar del jurado, digamos. Una persona hablándole a la cámara del portero visor y tocando el timbre cada tanto. ¿Qué pasa en relación al otro?, ¿Es justo pasar por todo esto? Y los advenedizos, o que creemos advenedizos, estos que aparecen y de repente toman un protagonismo que nos es negado.
El intento de mantener la compostura se hace cada vez más difícil. Nadie respeta tu espacio, tu historia, tu experiencia, tu tiempo, tu necesidad. Una obra que nos permite espiar a los actores en la situación que nadie quisiera hacer pública.
Interesante puesta. Los tres actores están muy bien y es una combinación sin desperdicio: el personaje desesperado, la mujer metiche y una especie de jardinero/músico que comenta con la mirada o con alguna melodía las situaciones que se presentan. Este último aporta un toque de maldad con aparente inocencia. En realidad todo se confabula para hacer pasar al actor un momento tremendo.
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