domingo, 11 de agosto de 2013

Crítica a "Azulejos Amarillos", por Jonathan Sassón

Azulejos amarillos
Director: Sebastián Kirszner. Autor: Ricardo Dubatti. Iluminación: Sebastián Kirszner. Música original: Gamal Hamed y Eduardo Lázaro. Dirección musical: Gamal Hamed. Diseño del espacio:Lola Gullo. Elenco: Augusto Ghirardelli, Daniel Ibarra, Eduardo Lázaro y Dionisio Javier Pastor.Prensa: Simkin & Franco.
"Mi tubería fea, tengo que dejarte atrás, tengo que olvidarte y seguir adelante. Muchas veces no sabemos lo que tenemos adelante hasta que entendemos lo que tenemos detrás, el camino que se fue y no retorna. Retorna como experiencia, como nuevos azulejos amarillos que recubren ese baño que es la vida.”

Entramos al baño de un teatro o al teatro de un baño. Para ser precisos, el espectáculo es en una sala teatral, el espacio representado es el baño de un teatro en construcción.
El trabajo no lo van a hacer solo albañiles, unos músicos que se encuentran allí también pondrán manos a la obra.
El par de músicos hace de base musical y actoral, a veces hacen la música incidental, pero no solo acompañan o ambientan sino que son parte de la acción en conjunto con los “albañiles” (personajes) que actúan y cantan también. En definitiva todos actúan, cantan, hacen música y hasta bailan.
El contexto podría ser propicio para lo escatológico, pero no, lejos de eso, nos encontramos con una pieza que podría enmarcarse en el teatro del absurdo con algunos otros condimentos.
A simple vista podría parecer solo una sucesión de cosas sin lógica, pero la obra tiene cierta profundidad dramaturgica, el texto sumado a la puesta va generando capas de sentido. Buscando lo idílico que puede esconder algo vulgar, como el sonido de un martillazo o el del agua cayendo.
Se juega con lo que no vemos, con lo que se dice y lo que no, dejando algo latente. Por sobre todo se juega con la meta teatralidad, desde el planteo escenográfico hasta en las actuaciones, se hace explicito que lo que presenciamos es un hecho teatral.
Tomando la definición de obra: un producto de la creación, una labor que requiere de tiempo y esfuerzo, quizá este espectáculo pueda verse como una metáfora del oficio, el albañil y el actor como figuras que representan el actuar, el hacer, ambos disponen sus tiempos y esfuerzos poniéndose al servicio de la creación.
Se propone una obra en construcción, pero podemos afirmar que esta obra está bien construida, aunque si comparamos el oficio del actor con el del albañil podríamos decir que una obra teatral está siempre en construcción, se construye en cada función.

Teatro: El camarín de las musas – Mario Bravo 960
Funciones: Jueves 21 hs.
Entrada: $80

0 comentarios:

Publicar un comentario