sábado, 17 de agosto de 2013

Mirada atenta: Azulejos Amarillos. Por Charly Zarate

Mirada atenta: Azulejos Amarillos

El arte es una pistola cargada de futuro

Por Charly Zárate
Después de haber sido un espectador atento a las tres obra anteriores de Sebastián Kirszner (La beca, El casting y Las memorias de Blanch), puedo asegurar que este joven director de teatro y dramaturgo abrió un surco personalísimo entre la tierra del teatro independiente. Con el estreno de Azulejos Amarillos, Kirszner amplía su búsqueda estética y de lenguaje, que nunca repite formulas sino que acumula recursos y abre el juego a nuevos desafíos. Asume riesgos y los va atravesando con creativo ingenio dentro de su propio tablero de juego que es la obra misma. Esto lo consolida como un director de auténtica originalidad y lo posiciona en una línea artística de vanguardia y ruptura de los convencionalismos en el teatro.
El lugar elegido esta vez para su nueva puesta en escena es el baño de un teatro en construcción o deconstrucción, eso no lo sabemos. Allí se confluyen realidad e irrealidad de dos profesiones tan antagónicas como cercanas: el albañil y el artista. Ambas construyen, crean, cimentan una obra. Y es desde estas dos perspectivas que se va enlazando el brillante texto de Ricardo Dubatti. El dramaturgo trabaja con materias primas básicas para lograr un entramado sumamente complejo y polisémico.  

"Las baldosas me hacen acordar a los ecos y me hacen pensar que hay un mundo allá afuera, un mundo que de golpe decide conectarse con el nuestro a través de los artistas, que funcionan como antenas (...) Quizás suene un poco ridículo. Que haya un mundo mágico del arte atravesándolo todo, todo el universo. Y que los artistas funcionen como antenas a esas ideas mágicas." (Pepe, albañil y ¿actor?)

Entre inodoro y mingitorio pasan Ionesco, Shakespeare, Chejov... Lo dramático, lo onírico, lo bizarro, lo filosófico, lo grotesco.... Todo orquestado magistralmente por un director que no deja ningún detalle sin calibrar. El humor, la música y hasta alguna coreografía son relevantes y colaboran para marcar un ritmo sostenido de la pieza.
     

El manejo direccional que Sebastián Kirszner hace sobre el cuerpo de los actores es de carácter antropológico. Logra exprimir el talento de cada uno de ellos al máximo. Los cuatro actores son increíbles y magnéticos. La conexión entre ellos esta sincronizada de manera brillante. Pocas veces sucede que en una obra el público arranque en un espontáneo aplauso y ovación, enardecido y asombrado por lo que esta presenciando. Y allí es cuando justamente cuando el público se convierte en el mejor termómetro de un hecho artístico, porque es incondicional y no está sujeto a la prejuiciosa o interesada mirada de ningún crítico.
Podría extenderme contando más detalles de Azulejos Amarillos, tendría que cuidarme de no develar momentos sorpresivos o detalles puntuales que atenten contra la magia del teatro, por eso prefiero convocar a que vayan a presenciar con sus sentidos prestos de disfrutar un trabajo excelente. De lo mejor que he visto en el último tiempo.

Ficha técnico artística:
Libro: Ricardo Dubatti
Elenco: Augusto Ghirardelli, Daniel Ibarra, Eduardo Lázaro y Dionisio Javier Pastor.
Escenografía: Lola Gullo
Diseño Gráfico: Lola Gullo
Asistencia de Dirección: Lola Gullo y Victoria Arrabaça
Fotografía: Victoria Flor Cabrera
Retoque digital: Daniela Potente
Diseño de Luces: Sebastián Kirszner
Música original: Gamal Hamed, y Eduardo Lázaro.
Dirección musical: Gamal Hamed.
Prensa: Simkin & Franco.
Dirección y Puesta en escena: Sebastián Kirszner.

Azulejos Amarillos se presenta en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960) los jueves a las 21 horas.

0 comentarios:

Publicar un comentario